lunes, 23 de abril de 2012

¿Quiénes somos?

El Taller de Producción Periodística del Colegio de la Ciudad comenzó el 2012 con nuevos integrantes, además de los que ya participaron en años anteriores. Con esta presentación autobiográfica inauguramos un nuevo ciclo del blog, en el que subiremos periódicamente las notas escritas en el Taller y los audios del programa de radio.


Iván Volcovich
Fue en julio. Ni el 26 de aquel 52 en el que fallecía Eva Perón, ni el 9 en el que se gestó nuestra independencia, sino el 13. Yo, Iván, nací un 13 de julio de una época en la que muchos creían estar bien, pero el tiempo demostraría que terminarían mal. Los tiempos (los de afuera, no sólo los de casa) fueron un parte importante de mi niñez y después de mi adolescencia. Con viejos relacionados con la política y el periodismo, crecí preguntando, indagando, averiguando, tratando de no conformarme con las cosas piolas, malas, boludas, interesantes (o no tanto), que me llegaban. Esa personalidad rebelde y curiosa la llevé siempre en el Jardín de los Cerezos y el Gascón (instituciones “progres” a las que asistía), después probé en El Nacional, donde mi lado rebelde llegó a su punto cúlmine, y acá estoy.

Santiago Bocco
17 años. 17 años y unos meses pasaron de aquel sábado 13 de agosto en que mi vieja hizo que abriera los ojos por primera vez. Me llamo Santiago Bocco, pero me dicen Beto por mi segundo nombre, Alberto, heredado de mi abuelo materno y mucho más cercano a un nombre de la tercera edad que al de un adolescente. Pero algo de afecto le tengo. Como casi todo varón, tuve el sueño frustrado de ser futbolista, con la diferencia de que yo fui un visionario en ese tema porque cuando tenía cuatro años, intenté pisar la pelota y la rusticidad de uno provocó una caída, de la cual recuerdo el esguince posterior que tuve y la risa de cada uno de mis compañeritos. Otro recuerdo de la niñez que tengo es a los 3 o 4 años, cuando intentaba leer el resultado de los partidos de fútbol de cada fecha del diario La Nación, casi tan alto como uno en esos momentos. Uno creció, pasó la escuela primaria y este año terminaré la escuela secundaria, con, por ahora, un futuro incierto a seguir.

Julián Gondell
Nací un 27 de abril y ya llevo viviendo 16 años, casi por cumplir el décimo séptimo. Según la Wikipedia, mi nacimiento fui el mismo día en que Beethoven compuso “Para Elisa”, con unos añitos de diferencia.
La primera parte de mi infancia la viví en un pequeño departamento del barrio de Colegiales. Sin embargo, el parque Saavedra es dueño de la mayoría de mis recuerdos infantiles. Ya con diez años comenzaba, de a poco, a moverme solo por las calles de mi nuevo barrio y a encontrar mi amor por la música, a través de  cacerolas, sartenes, cuchillos y tenedores.
Empezaron a salir los pelitos en aquellas zonas donde antes no los había y con ellos las ganas de profundizar mi pequeña carrera musical que sigue vigente hasta el día de hoy.

Rocío Sánchez Molina

Mi nombre es Rocío Sánchez Molina, nací un 5 de febrero de 1997. Hija única y un poco malcriada. Desde que tengo uso de razón me reconozco como una persona tranquila, tímida, observadora, e inquieta por conocer más acerca de las cosas que me rodean y me importan. Siempre me gustó escribir y proyectar en palabras aquello que me interesa, sin embargo no fue hasta hace unos años que mis ideas empezaron a tomar forma y a convertirse en ideales y convicciones, los cuales no puedo ocultar a la hora de escribir. No está por demás decir que el hecho de que en mi casa siempre se haya hablado de política hizo que yo me interesara por la misma, y a decir verdad es una suerte que esto haya ocurrido porque gran parte de lo que soy se debe a la impetuosa necesidad de buscar respuestas. Básicamente me considero una buena amiga y una buena hija pero por sobre todo una persona, interesada en llevar a cabo y concretar los proyectos que le dan sentido a mi vida.

Juan Fernandez
Me llamo Juan. Soy del 96. Las instituciones escolares por las que pasé fueron El Principito, el Argentina School, el Armonía y actualmente estoy cursando el 3º año del Colegio de la Ciudad. Voy al country, salgo con amigos, juego al futbol y al tenis, vicio con la computadora y escucho música.

Rafael Nir
Mi nombre es Rafael Nir, tengo 15 años y nací el 13 de diciembre de 1996. Vivo en Chacarita, lugar que me vio crecer hasta el día de hoy. Mi niñez la hice en el Jardín de los Cerezos, luego en 1er grado me pase al Pestalozzi, a mediados de 4to me fui a la Escuela del sol y lo que va de mi secundaria lo llevo en este colegio. Mi familia se basa en una madre, un padre y un hermano. Hace no mucho tiempo se sumaron a mi vida 3 personas más: la novia de mi papá, la hija y el novio de mi vieja. A la hija de la novia de mi viejo la denomino como una hermana, ya que la conozco hace mucho y nos tenemos mucho afecto. Mi vida cotidiana se basa en levantarme, por supuesto con la dulce y al mismo tiempo triste melodía del despertador. Tomarme el bondi, cursar el  colegio, salir, quedarme por ahí con mis amigos y volver a mi casa. Los fines de semana me encargo principalmente de vaguear, salir con amigos y los sábados ir a ver a River. Mis hobbies son jugar al futbol, tenis, escuchar música, ver la tele y cuando tengo tiempo, estudiar.

Dylan Bokler
Mi nombre es Dylan Bokler y nací el 17 de marzo de 1997, el día en el que fue el atentado a la embajada de Israel. Sí, bueno, qué se le va a hacer.
Mi jardín fue el Wholson y mi primaria el Arlene Fern. Estoy en el tercer año del Colegio de La Ciudad después de un cansador segundo año en el que participé del proyecto mega mundial (sin presumir) “Desafío 30 días sin Facebook”
Me gusta escribir, leer novelas, diarios, revistas, escuchar la radio, ir al cine con mis amigos y verlo en mi casa solo, dibujar, usar la computadora y jugar al futbol.
Mi familia esta distribuida por todo el mundo: España, Israel, Estados Unidos, etc. Me gusta mucho todo lo que tiene ver con política y actualidad
Este año hago portugués y pintura y estoy haciendo un curso para ser líder comunitario en mi club. Y bueno, en fin, así soy yo en palabras resumidas: inquieto, curioso y medio hincha pelotas

Dolores Turienzo

Mi nombre es Dolores, aunque casi ninguna persona me llama así, para todos soy Lola. Nací el 26 de abril de 1997. Desde que tengo la posibilidad, escribo: canciones y poemas (cuando tenía entre 6 y 10 años) hasta cuentos e incluso libros (que siguen en proceso).
Cuando tengo tiempo libre, generalmente de noche, me acuesto en el piso de mi habitación a escuchar música, en el medio de la oscuridad. Puede considerarse raro, pero me encanta. Hace poco aprendí a tocar el piano, no soy muy buena pero me encanta, es algo que me relaja mucho.
¿Qué más puedo decir de mí? Bueno… como muchos son adictos a Facebook, yo soy adicta a Twitter, es un muy buen medio de mantenerse informado. También me gusta mucho escuchar a los demás, especialmente cuando se trata de una anécdota o un problema personal.
Para terminar voy a citar una frase de un cantante, con la que me identifico un poco: “Siempre quise ser una de esas personas a las que no le importa lo que piensen los demás, pero no creo serlo”.

Bruno Annuiti

Mi nombre es Bruno Annuiti, nací el 23 de agosto de 1994 en la Ciudad de Buenos Aires. Con solamente 17 años he vivido grandes experiencias que han formado hasta el día de hoy la persona que soy, con cosas felices o tristes en otros casos, vivo orgulloso de la vida que llevo. He pasado por dos diferentes primarias pero desde hace ya 5 años, disfrutando más que nada este último, el Colegio de la Ciudad ha sido mi segundo hogar desde el primer momento en que entré. Disfrutando de talleres que me ayudaron a formarme, ahora ya con mis propios valores y pensamientos. Hoy en día pienso en el futuro junto a mi novia y todos los años por delante para seguir formando la persona que soy y disfrutando de la vida, ya que desde hace dos años vivo el día a día como si fuera el último.

Abril García
Abril, April, Ap, Eipril, Abru, Quenny y tantas otras formas como me pueden llamar. Nací un 24 de marzo de 1997. Soy consciente de la especial fecha y por si alguna vez me olvido siempre va a haber alguien que me lo va a recordar. Rosario, mi cuidad natal, Buenos Aires, mi otra ciudad. Hija única de una actriz y un pediatra/entrenador de rugby, con 5 primos y abuelos que me malcrían. Bailarina y Actriz o por lo menos eso intento.
Lloré en tercer grado por sacarme un 9, me enojo conmigo misma y por ende con el mundo si no me sale un paso de danza: saquen conclusiones. Llorona, divertida, bailadora, estudiosa, ansiosa y todo lo demás lo dejo a su criterio.

Flavia Affranchino
Octubre. No fue ni el 17 del 45 ni aquel 9 en que nacía Lennon o moría el Che en Bolivia. Aún en dictadura, poquito después del mundial, pero antes de la guerra, una Buenos Aires de primavera me recibía antes de tiempo. Ansiosa la piba, cual ratita de kilo y medio, salí nomás, intrépida y sin incubadora.
Fui una niña seria. Nada de muñecas, nunca un color fuera del margen. Recuerdo el Fiat destartalado de mi viejo y cómo me gustaba treparme a sus esculturas. A mamá Lila y su cuidado infinito; a mi hermana compañera que al fin nacía cuando yo tenía tres. A todos ellos y a mis amigos descarriados de la adolescencia debo agradecer quizás el hecho de que estas arrugas incipientes de hoy se deban más a las sonrisas que a los ceños fruncidos.
Fui una excelente alumna, obsesivamente estudiosa, asquerosamente autoexigente. Fui una de las que despertó allí por el 2001. Fla niñera, militante, volantera, hija prodigio, encuestadora, hija desastre, periodista, amiga, bailarina, maestra, socióloga y novia insoportable. Yo, y todos mis otros a quienes debo la existencia.
31 años después de aquel 7 de octubre, sólo tengo la certeza de seguir queriendo ser algo nuevo en cada primavera.

Luciano Beccaría
Nací en el otoño de 1981, el mismo día que atentaron contra el Papa Juan Pablo II; y, celoso de la historia, aprendí a caminar el día que las Fuerzas Armadas argentinas, que ya habían usurpado el gobierno de forma sangrienta, invadieron las Islas Malvinas. Crecí en el barrio de San Telmo, cuando todavía se podía jugar a la pelota en la calle y la Costanera Sur era un gran baldío de diques abandonados. De chico me entretenía dibujando historietas. Pero mi afán por leer toda revista y escuchar cualquier disco que hubiera en casa me llevaron hacia la escritura y la música. Guiado por una necesidad de incentivar la pluma estudié Ciencias de la Comunicación de la UBA, donde participé de la producción de una revista, pero me dediqué más a la investigación. Colaboro con algún que otro medio gráfico y mantengo la escritura y la música como ejercicios donde canalizar inquietudes, tanto estéticas como otras más mundanas.

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