¿Quiénes somos?

Este es el blog del Taller de Periodismo del Colegio de la Ciudad. En este espacio iremos publicando semanalmente las producciones de los que formamos parte de este equipo que cuenta en la actualidad con dos medios de expresión:

  • Juego de Palabras: programa de radio que se emite por FM Palermo 93.9 Mhz sábado por medio de 19 a 20hs (a partir del 07/05)
  • Palabras en Juego: revista de distribución gratuita de próxima aparición.

Formamos parte del taller: 

Tomás González Nievas
La gente me conoce por Tomás González Nievas. Nací en la Suizo hace un poco más de 16 años. Desde que tengo uso de la razón que mis viejos están separados y vivo con mi madre.
A los dos ya empecé el jardín a regañadientes. Definitivamente no quería tener otra vida que no sea comer y dormir. Unos años después empezaba la primaria en un colegio irlandés bastante religioso, que se parecía más que nada a un instituto militar. Eso me dio el pie para empezar una “vida nueva” y ni bien encontré el Colegio de la Ciudad, donde sigo cursando mi secundaria, me cambié ahí.
Acá rompí la burbuja en la que me encontraba y empecé a cambiar un poco mi realidad. La política iba a tornarse una parte importante en mi vida. Los debates, las charlas, las enseñanzas me hicieron otra persona.
De novio hace casi un año y con muchas ganas de empezar proyectos, saber más y conocerme aún más, mi pasión por River siguió siempre vigente desde que pisé por primera vez el Monumental cuando todavía no llegaba al año de vida. Los domingos a la cancha se volvieron mi verdadera y única religión.

Agustín Rozemberg

Me llamo Agustín Rozemberg. Siempre me gustó mi nombre pero no para mí, por eso a los 4 años me comenzaron a llamar “chino”, apodo que obtuve debido la contextura de mis ojos. Hoy en día muy poca gente sabe mi nombre de verdad y puedo decir que me siento orgulloso de eso.
Pasé por dos colegios primarios antes de llegar acá, y siento que ninguno se puede comparar con el otro, quitando obviamente el fin básico de la institución, aprender.Nací en Florida y estoy muy contento de poder vivir todavía ahí. Juego al futbol cerca de mi casa, y excepto por el colegio, mi vida transcurre casi en su totalidad en esa zona.Soy fanático de Independiente y por más de que tenga que irme desde la zona norte hasta la zona sur todos los fines de semana, es algo que no se compara con nada.Disfruto mucho el tiempo con mi familia, que por suerte es bastante unida, así como estar con mis amigos la mayor parte del día.

Nicolás Avelluto
Me llamo Nicolás Avelluto. Nací un veinte de febrero de 1999 a las cero horas con 10 minutos. Soy muy inquieto, me cuestiono todo y eso debe haber sido lo que me impulso a seguir periodismo. Rebelde, a veces con causa, otras no. Las cosas que me apasionan son ir a la cancha, leer,  ver la tele y cuestionarme todo lo que pasa a mí alrededor. Como carreras a estudiar al futuro estoy entre periodismo y sociología y también me gustaría estudiar fotografía.

Julián Gondell
Mi nombre es Julian (juli Gondell en Facebook). Nací en Capital Federal el 27de abril de 1995, en un hospital cuyo nombre no recuerdo. Mis pasos por el colegio primario son irrelevantes, aunque vale la pena destacar que ya a los 10 años fui capaz de encontrar una actividad que me va a apasionar hasta el dia de la fecha. Comencé a estudiar bateria, por curiosidad y al poco tiempo me di cuenta que realmente me gustaba.
Cuando entre al colegio secundario me encontré con un grupo de pibes que hicieron que mi pasión por la música se profundice muchísimo, con los cuales forme mi banda. Creo que hace poco tiempo encontré un nuevo espacio para expresarme, en el cual me siento muy cómodo y cambió totalmente mi participación social y política, por suerte es un camino que recién empiezo a caminar.


Magdalena Pinheiro

Todos siempre me preguntaron si me llamo María Magdalena, pero no, mi nombre es simplemente Magdalena. Nunca me había gustado, pero con los años aprendí a quererlo y ahora hasta tengo las malas ganas de ponérselo a mi hija, si es que tengo una.

Siguiendo con el tema de quien soy, ya dije mi nombre, ahora me falta todo lo demás. Tengo 18 años y me egresé el año pasado del Colegio de la Ciudad, ahora estoy haciendo el CBC para la carrera de comunicación en la UBA. Estoy muy segura de que eso es lo que quiero seguir, de hecho por eso vengo a este taller, pero no estoy segura de si es el momento adecuado para hacerlo, pero ese es otro tema.

Como solo puedo usar 10 renglones para hablar de mí, y eso no me va a alcanzar para contar los 18 años de mi vida, solo voy a contar que me gusta hacer muchas cosas, y por suerte tengo muchos amigos para poder hacerlas con ellos.

Siguiendo con el tema de la Universidad, no se porque elegí seguir comunicación, creo que tiene mucho que ver con que mi viejo es publicista y como típica rebelde no quiero seguir lo mismo que él, pero también siempre quise seguir lo mismo que él, y creo que la comunicación tiene que ver con eso, al fin y al cabo hacer una publicidad es comunicar algo, ¿no?

En fin, no pude hablar de una vida de 18 años, pero si pude contar mis últimos años.



Catalina Bargalló

El 23 de Julio de 1995, a las 12:30 del mediodía abrí los ojos por primera vez. Seguramente eso explica por qué me gusta dormir tanto a la mañana. Me pusieron Catalina, entre otras cosas por la canción de Pedro y Pablo, y me mudé con mi familia a un pueblo chiquito, Manzanares.

Al año nació mi hermano, Jero, y entendí que ya no era el centro del mundo. Al tiempo lo aprendí a querer, y terminó siendo imprescindible en todos los sentidos de mi vida.

Empecé a ir al jardín a los dos, el Dailan Kifki. Me sentía muy orgullosa cuando leía el cuento de María Elena Walsh, pensando que lo había escrito por mi Colegio, no me imaginaba que era exactamente al revés.

Cuando tenía 9 llegó Ezequiel, mi segundo hermano. En casa es como el hijo de todos, y cuando él no está, la alegría se va.

Si hay algo que me gusta de mi vida es que viví en todos los grupos posibles de personas, y eso me dio la oportunidad de poder decidir quien ser, y que hacer con quien soy. La política es una parte importante de mi vida, y agradezco poder haber encontrado un colegio en el que se apreciara eso.



Bruno Annuiti

Mi nombre es Bruno Annuiti, pero me apodan “el naso”, no es necesario explicar: solo con ver mi cara es fácil reconocerlo. Naci el 23 de agosto de 1994 en la Clínica de la Trinidad en la ciudad Buenos Aires. A la edad de 3 años comencé el jardin donde siempre me caractericé por ser un chico muy cariñoso y con muy buena relación con mis compañeros y tambien con adultos, algo no muy comun en cualquier chico.

Luego en la primaria pase por dos colegios que me permitieron poder ir formándome de a poco para el lugar, el cual forma mi vida, mis pensamientos y mi propia ideología como es la secundaria. Mi hobbie de toda la vida es el tenis, ya que lo practico desde los 4 años. Volviendo a l tema del colegio, todos estos años vividos en la secundaria pasé por muchos cambios,  positivos en algunos casos y no tantos en otros. Muchos de mis amigos  me marcan mi ansiedad constante, que es una de las principales características de mi personalidad hoy en día. A partir de varias experiencias que me ha  llevado a vivir la vida en si, puedo hoy saber y tener en claro quien soy y cuales son mis propios valores que me llevan a seguir adelante para un futuro proximo en expansión.

Abril García
Nací el 24 de marzo de 1997, y paradójicamente mi mama nació en el 76. Soy rosarina y  residente en Buenos Aires, me vine para acá a los 7 años.  Ya sé que lo mío es bailar, hago danza clásica, y me di cuenta recientemente que es lo que verdad amo. Llevo el apellido de mi mama ya que mi papa biológico nunca estuvo, ni estará. Nunca me afectó porque de muy chiquita mi pediatra pasó de ser doctor, a novio de mi mama, y finalmente se convirtió en el mejor papá que podría tener.
En cuanto a los gustos, además de la danza,  me gusta actuar, cantar  y mi debilidad son el chocolate, el helado y las tortas. Soy vegetariana hace ya un año, y a pesar que muchos me digan que me voy a desnutrir y a quedar anémica, estoy muy orgullosa de serlo, y además me alimento bastante y a veces demasiado bien. Con 14 años con una madre y un padre, bailando, y sin carne soy muy feliz y espero seguir siéndolo toda mi vida.

Carolina Dandois
Mi nombre es Carolina. Soy  la hermana mayor de una familia de tres hermanos. Desde chiquita fui al jardín “La gotita de agua” y en sala de 5 me cambié al colegio Jacarandá. Fue allí, en cuarto grado, cuando descubrí que me gustaba escribir. Mi maestra Mariel, nos hizo leer y escribir poesías; ella organizaba “encuentros literarios”, momentos donde, entre jugos y galletitas, algunos padres interesados nos leían cuentos y poemas. Desde ese año, escribir ha sido mi ocupación, y me ha servido como forma de expresión y como catarsis; y se ha convertido en una herramienta para poder sobrellevar mis angustias y mis miedos, como también expresar mis sentimientos. Ya en la secundaria, hice canto y periodismo, que me sirven hoy como desafíos.

Violeta Fischerman

Me llamo Violeta Fischerman. Soy fruto de una noche de pasión y amor de dos personas que recién se conocían y que por suerte perduraron 7 años más.
Me encanta llamarme como me llamo porque me hace recordar a una flor y a un color, y el color es luz.
Según mi mamá soy “un personaje”, debe ser porque me gusta mucho actuar y no necesito esencialmente de un escenario para hacerlo. También  soy muy histriónica y corporizo todo lo que pasa por mi mente. Si me enojo, me enojo enteramente. Si estoy contenta soy capaz de ir cantando por la calle canciones desde Disney hasta Gilda.
Tengo un grupo de amigas con el que paso mucho tiempo, un novio que es músico y con el que nos agarra ataques de risa que pueden durar horas  y una relación de casi dependencia con mi psico, Melina.
Hoy en día, estoy terminando el secundario con muchas mas dudas que con las que empecé: yo quería ser actriz y filmar una película con Almodóvar, pero ahora no tengo idea alguna. 


Natalia Tévelez
Nunca me gustó, hasta el día de hoy, que me llamen por mi nombre completo, me da la sensación de un reto; eso pasa con los nombres más largos. Mi vida no es una con demasiados cambios. Desde los cuatro años hice gimnasia, hasta la edad de doce. Hice toda mi primaria en el mismo colegio y, hasta ahora, lo mismo me pasa con la secundaria. A los catorce años me puse de novia - uno de los cambios más grandes de mi vida por el momento - y, a unos meses de cumplir diecisiete, sigo en la misma situación. Todos los veranos los pasé en la misma zona: Ostende / Valeria del Mar, excepto en ocasionales vacaciones. Igualmente, viajé a varios lugares con amigas mías y sus familias, conociendo así otros destinos.
Mi pasión más grande es la actuación, y espero poder dedicar mi vida a esto. Estudié canto algunos años, y es algo que me gusta muchísimo también.

Dylan Bokler

Soy Dylan Bokler, lo que me gusta de mi fecha de nacimiento (17 de marzo de 1997) es haber nacido en el siglo pasado (vivir en dos siglos y milenios) Aunque la fecha de mi  nacimiento  en mi primaria eso era un problema por que coincidía con el atentado a la embajada de Israel, que lindo...
Nací en una familia de clase media, no tengo de todo pero no me falta nada. Mi familia esta esparcida por el mundo y mi papa es un agente de viajes, aunque eso no nos permite viajar todo el tiempo. Me gusta el futbol, tal vez no por elección propia sino por el insistimiento de mis amigos, el cine y el dibujo humorístico. Soy muy ansioso, no puedo estar un minuto tranquilo y curioso, siempre quiero saber cualquier cosa y me mantengo informado
Esta es mi vida resumida que aun me falta mucho por escribir



Santiago Bocco

Mi nombre es Santiago Alberto Bocco. Nací el 13 de agosto de 1994 en el Hospital Otamendi cuando todavía era Capital Federal. Mis amigos me conocen como “Beto “, que a pesar de ser un sobrenombre de una persona que vive en un geriátrico no me molesta en lo absoluto.  Desde que aprendí a leer, tengo como habito llevar el diario al baño y me acuerdo  que llore por todos los rincones de mi casa cuando mis viejos cambiaron Clarín y Página por La Nación por los tamaños de las hojas “Anti-Baño”.  Siempre me apasionó el fútbol y la música pero en ese deporte la derecha la tengo solo para caminar y la izquierda digamos que amputada. Mis capacidades musicales son comparables a las de una liendre que intenta tocar el arpa. Pasé dos años en una secundaria que se caracteriza por tener mucha matemática y contabilidad pero los números no son lo mío. Creo que en este colegio encontré lo que buscaba.  



Julián Gurri



Sofía Zerbino



Paula Oliveto


Camila Romano Casariego


Flavia Affranchino

Cuando tenía cuatro se me ocurrió que quería llamarme “Flavia del mar”. Solía veranear en Valeria del Mar y luché por tener el mismo derecho que ella. No tuve éxito en mi empresa, pero lo que sí logré fue evitar el “Flavi”, y reemplazarlo por un “Fla” que me sonaba un poco mejor y menos aniñado. Terca y persistente pasó la vida, intentando cambiar siempre alguna que otra cosita que no me gustara. De ahí quizás la sociología como camino, el periodismo como oficio y unas intensas ganas incansables de emprender proyectos. Ahora, esta docencia que amo. Y desde siempre, la danza: un cable a tierra y mi hilito al cielo. Estructurada, perfeccionista, hincha profesional, autoexigente hasta que duele; el desafío siempre fue defender celosamente el disfrute. Cuando tenía 17, mi papá me pidió que no me olvidara nunca que la vida, en el fondo, es un juego. Y ya a los 30, aquí andamos todavía, jugando. 



Javier Borelli

Mi nombre es Javier Borelli. Nací en la Ciudad de Buenos Aires hace algo más de 27 años y aún conservo dos cuestiones emblemáticas de aquel día: la ansiedad y el pragmatismo. Basta como ejemplo la decisión pre-natal de aprovechar una visita de rutina de mi madre al hospital para asomar la cabeza y pispear el mundo por primera vez. Formo parte de la primera generación de argentinos que han vivido enteramente en democracia. Quizás por eso la valoro tanto pese a encontrarle muchas limitaciones.

En la primaria solían cargarme por ser muy preguntón y pese a la connotación degradante de los apodos a esa edad, no recuerdo haberme molestado demasiado por el mío. Hoy creo que aquellas inquietudes de niñez contribuyeron a forjar mi voluntad periodística. Lamentablemente esta deducción llegó tarde, me hubiera ahorrado dos años de Economía y varias sesiones de orientación vocacional. Hoy escribo cada vez más y a la vez mucho menos de lo que quisiera. Aspiro a aumentar ambas tendencias.