lunes, 6 de junio de 2011

Imágenes que inspiran

.. y en la clase del jueves 2 de junio, nos pusimos a escribir
... y a partir de algunas imágenes, salieron estas palabras...
todas las historias que una imagen nos puede contar*

*Todas las historias son ficticias y son el resultado de "escribir aquello que inspira" una fotografía o una imagen. 


La Represión de los Reprimidos 
Por Natalia Tévelez
Merodeaba las calles, siempre con su cachiporra colgando de su lado izquierdo, y su pistola calibre 22 del derecho. Era un hombre de lo más respetado en la comisaría 2, ¡y cómo no serlo! Sólo escuchar los fuertes pasos dados por sus pies escondidos dentro de unos negros y gastados borcegos, bastaba para que a uno se le pusiera la piel de gallina. Hasta la persona menos pecadora se congelaba ante la mirada penetradora del Comisario Ramírez, quien transmitía la sensación de que algo nefasto podría pasar en cualquier momento. Sería acaso por los extraños casos en los que se había visto involucrado a los mediados de los años ’70, o tal vez por sus asquerosos modales hacia el prójimo. Sea cual fuere el motivo, era una de las personas más intimidantes del barrio.
            A Ramírez le gustaba pasar por “La Nona” a comprarse una dona, o parar en la Avenida 9 de Julio para que le lustren los zapatos, pero lo que más satisfacción le provocaba era aparecer con su grupo de oficiales casi al final de las manifestaciones y reprimir a todos los “rebeldes”. Se hacía desear hasta último momento para que los manifestantes se hicieran la ilusión de que no iba a aparecer. Pero no iba a ser así jamás. Reprimía a “negritos villeros”, “maricones” y “apasionados políticos”, principalmente. Y no hace falta aclarar que su método predilecto era la cachiporra, siempre y cuando tuviera la seguridad de poder atacar sin ser atacado de regreso.
            Luego de sus largos y agotadores días de trabajo llegaba a su casa, tomaba un whisky y, ya que había sido soltero toda su vida y sin muchas mujeres que se sintieran atraídas hacia él, se recostaba en su espacioso sillón negro, prendía la tele, el dvd y el home theater y ponía “play” a su pornografía gay. Ese pasatiempos le parecía mucho más gratificante que su rutina de la dona y el lustrado de zapatos, y por más difícil que fuera para él admitirlo, también más gratificante que su adorada represión. De hecho, cuando no estaba dedicándose a investigar sobre manifestaciones a llevarse a cabo pronto, se dedicaba a soñar con su hombre perfecto, y el día en que lo encontrara.



I hate Mondays

Por Abril García

I HATE MONDAYS! Odio los lunes, sí, he dicho eso alguna vez, y creo que la mayoría, para no arriesgarme a decir todos, lo han dicho. Odiamos este día en particular porque sabemos que se nos termina el fin de semana, y tenemos que esperar 5 días mas para volver a dormir todo lo que queramos, salir, divertirse y no preocuparnos por los horarios. Vuelve la semana y vuelve el estudio o en otros casos el trabajo, vuelven los horarios y las tareas.
Esta célebre frase es la estampa de la rota, sucia y ya usada remera de Juko, un nene con solo 4 años de nacionalidad africana, tes negra, y cuerpo casi escuálido, un nene que seguramente nació lleno de vida, alegría y esperanza, que de a poco, pero  por suerte no completamente todavía, se las fueron quitando. El todos los días sale a buscar agua y comida junto a sus tres hermanitos mientras su madre intenta descifrar cómo hacer sobrevivir primero a sus hijos y después como hacerlo ella. Para ellos no existen los fines de semana, las vacaciones, los horarios ni el gozo que nosotros podemos disfrutar de la vida, y muchos menos los lunes que su remera dice que odia. Yo odio los lunes, ellos tratan de amar la vida. 



Reforma Constitucional
“Si busca la igualdad de derechos, apoye la el plebiscito plurinacional”
Por Santiago Bocco
Tres delegados de los pueblos originarios de Bolivia dialogaron ante de la prensa a días de la reforma histórica.

“La desigualdad social, económica, política, jurídica son hechos que desde la llegada de los malditos monstruos de oriente a América  hemos perdido”. De esta manera,  comenzaba contundentemente el discurso pronunciado por las comunidades indígenas ante el acontecimiento mundial que ocurrirá el próximo domingo. Según marca la ley enviada al congreso el año pasado, los nativos obtendrán lo que siempre quisieron, es decir, sus derechos. En cualquier constitución latinoamericana, se encuentran estos derechos o leyes que favorecen a estas poblaciones pero que llevadas a la práctica son silenciadas y hasta olvidadas. Es más, cuando un pueblo marcha por algún inconveniente que sufren como la extranjerización de las tierras que les pertenecen o en la búsqueda de planes sociales son reprimidos y hasta asesinados.”Si busca la igualdad de derechos, apoye al plebiscito plurinacional. Bolivia, después de mucho tiempo, va a hacer un ejemplo para el continente y para el mundo”



La Mujer Colonizada
Por Sofía Zerbino
María está harta de los abusos de su marido, no quiere más ser un objeto de servicio para él, ni ser maltratada y abusada porque a éste algo no le gusta, que le eche la culpa de todo “castigándola” por no ser una “buena mujer”, también a sus pequeños hijos.
            Habló con su madre para abandonar su casa pero está muy en desacuerdo con ésta ya que su deber es cuidar y proteger a su marido sin importar lo que éste le haga, porque como ya dije es su “deber” como “buena mujer”; qué pensarían los demás de su familia, que su hija es una cualquiera que abandona a su marido por un capricho, que ni se le ocurra pensar en el divorcio que es un pecado, lo que pasa dentro de la casa se queda puertas adentro y listo. Debés de ser la mujer perfecta y preocuparte por otras cosas.
            Pero, ¿Por qué debemos de hacer caso a los mandatos de la Iglesia?¿Por qué debemos de hacerle caso a nuestros esposos sin importar lo que nos pidan y no hacernos valer? ¿Acaso por ser mujer tenemos menos derechos?
(…)

González Catán
Por el Chino Rozemberg
Un auto en el tranquilo aire de González Catán

Despierta al tranquilo barrio del sudoeste de la provincia de Buenos Aires.
7 de la mañana, poca gente circulando por la calle,
Pájaros cantando le dan sonido a la mañana.
Casas antiguas y construcciones precarias predominan en el lugar,
Postes de luz y extensiones de campo parecen quererse fugar.
Muy a lo lejos se puede observar como aves y árboles quieren asomar,
Pero se ven sorprendidos por el fuerte viento que hay en González Catán.
No soy Bertold Brecht pero estuve cerca.



Una mañana de agosto
Por Magui Pinheiro
Hoy sábado 10 de agosto me desperté a las 8 de la mañana con unos ruidos potentes, al principio no pude distinguir qué eran, ni de dónde venían. Luego me levante mareada por los estruendos y fui al patio para ver quién me estaba despertando de esa manera y ahí me di cuenta de todo, tenía que hacer algo pero no pude.

Luego de unos minutos reaccioné y traté de ir a la casa de los vecinos para ayudar, o ver si podía hacer algo, pero ya era tarde, ya no quedaba nadie, toda la casa estaba dada vuelta y había sangre por todas partes.
No entendía por qué esos hombres con armas y vestidos de verde se la habían agarrado con ellos que eran tan buena gente y que por lo que yo sabía no estaban involucrados en nada para hacerles esa atrocidad.
Después de pensarlo horas y horas, de carcomerme la cabeza con que pudo haber pasado, donde se los pudieron haber llevado, me acordé, muy de casualidad que Julia, la hija mayor de los vecinos, tenía una novia que se llamaba Mariana y que también se la habían llevado unos meses atrás. Cuando me di cuenta de esto, sin terminar de entenderlo me fui corriendo a lo de Ana, mi novia, pero cuando llegué ya era tarde.
No entiendo por qué nos hacen esto, ¿Qué estoy haciendo mal?


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